Adaptación normal, alteración psicosocial y trastornos de adaptación - Segunda Opinión Médica en Oncología

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Adaptación normal, alteración psicosocial y trastornos de adaptación

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Introducción

Esta sección para pacientes sobre adaptación normal y los trastornos de adaptación es una adaptación de un doquier elaborado para profesionales de la salud por parte de expertos en cáncer. La mayoría de los pacientes que padecen cáncer  tienen diferentes respuestas emocionales, no obstante, no presentan signos y síntomas de ningún trastorno mental específico. Las alteraciones psicológicas y sociales se presentan a muchos niveles que van desde la adaptación normal a trastornos  de adaptación e incluyen trastornos mentales graves (por ejemplo, alteración depresiva grave). El presente resumen breve describe cuestiones de adaptación normales, alteraciones psicológicas y sociales y trastornos de adaptación.

Adaptación normal

La adaptación al cáncer es un proceso continuo en el cual el paciente aprende a enfrentar el sufrimiento emocional, solucionar problemas relacionados con el cáncer, y controlar acontecimientos de la vida relacionados con la enfermedad. Los pacientes  se enfrentan a muchos retos que se modifican a medida que cambia la enfermedad y el tratamiento. Entre los retos y momentos de crisis que se presentan tenemos el escuchar el diagnóstico, recibir tratamiento (por ejemplo, cirugía, radioterapia y  quimioterapia), finalizar el tratamiento, recibir la noticia que el cáncer se encuentra en remisión, cuando se comunica que el cáncer ha reaparecido y convertirse en un superviviente de la enfermedad. Cada uno de estos eventos implica tareas  específicas para la adaptación, preguntas sobre la vida y la muerte, y problemas emocionales comunes.

Los pacientes están en mejores condiciones de adaptarse a un diagnóstico de cáncer si pueden continuar con las responsabilidades normales, hacer frente a la dificultad emocional y seguir participando decididamente en actividades que son significativas  e importantes para ellos.

La adaptación es el empleo de pensamientos y comportamientos para adaptarse a situaciones de la vida. El estilo de adaptación de una persona se relaciona generalmente con la personalidad (por ejemplo, siempre esperar lo mejor, siempre esperar lo  peor, ser tímido, reservado o extrovertido).

Las estrategias para la adaptación consisten en pensamientos y comportamientos que se utilizan en situaciones inusuales, por ejemplo, cuando uno debe modificar la rutina cotidiana o el calendario de trabajo a fin de amoldarse a los efectos colaterales  del tratamiento del cáncer. La adopción de estrategias para la adaptación puede ayudar a un paciente a desarrollar maneras de cambiar situaciones problemáticas, manejar las dificultades emocionales, y comprender el por qué sucedió el  cáncer y el impacto que dicha afección puede tener en la vida del paciente. Los pacientes con buena adaptación están generalmente comprometidos y participan activamente para sobrellevar el cáncer. Aún encuentran significado e importancia  en sus vidas. Los pacientes que no se adaptan bien participan menos en la adaptación, se retraen y pierden la esperanza.

La alteración ocurre cuando una persona siente que carece de los recursos para dominar o controlar el cáncer. La alteración experimentada por pacientes con el mismo diagnóstico y sometidos al mismo tratamiento puede diferir en gran medida.  Un médico o un profesional de la atención de la salud puede ayudar al paciente a adaptarse al régimen de tratamiento o a adaptarse al tratamiento mediante, por ejemplo, la administración de medicamentos que evitan las náuseas.

Factores generales que inciden en la adaptación

Muchas diferencias individuales repercuten en la manera en que un paciente se adapta al cáncer. Es difícil predecir la manera en que una persona se adaptará a la enfermedad. Los factores a continuación afectan la manera en que un paciente  se adapta al cáncer:

• El tipo de cáncer, el estadio del cáncer y la posibilidad de  recuperación.
• La fase del cáncer, como por ejemplo recientemente diagnosticado, en tratamiento, en remisión o cáncer recurrente.
• Aptitudes individuales de adaptación.
• Amigos y familia disponibles para respaldar al paciente.
• La edad del paciente.
• La disponibilidad de tratamiento.
• Convicciones sobre la causa del cáncer.

Influencias específicas en la adaptación

Comunicación del diagnóstico
El proceso de adaptación al cáncer puede comenzar antes de escuchar el diagnóstico. Los pacientes experimentan grados normales de temor, preocupación e inquietud ante la aparición de síntomas inexplicados o cuando están siendo sometidos  a pruebas para determinar si padecen cáncer. Cuando los pacientes escuchan el diagnóstico de cáncer, muchos de ellos se preguntan, "¿Puedo morir a causa de esta afección?"
Recibir un diagnóstico de cáncer produce una angustia en el aspecto emocional que es previsible y normal. Algunos pacientes tal vez revelen incredulidad y  pregunten, "¿Está seguro que tiene los resultados correctos de la prueba?" La mayoría de los pacientes sienten que son incapaces de pensar claramente. Tal vez se sientan atónitos o en estado de choque o como si "Esto no me puede estar ocurriendo  a mí". Muchos pacientes tal vez no comprendan o recuerden la importante información comunicada por el médico sobre el diagnóstico y las opciones de tratamiento. Los pacientes deben contar con una ayuda para revisar esta información, mediante  una persona que los acompañe a las citas, pedir que se grabe la sesión o el requerimiento de una segunda cita con el propósito de formular preguntas al médico y revisar el plan de tratamiento. A medida que el paciente acepta gradualmente la  realidad del diagnóstico, es posible que padezca depresión, ansiedad, falta de apetito, incapacidad para dormir, concentración deficiente y varios grados de incapacidad para desenvolverse en actividades cotidianas. Cuando el paciente recibe y  comprende la información sobre opciones de tratamiento tal vez se sienta gradualmente más esperanzado y optimista. Finalmente, los pacientes desarrollan maneras de adaptación y pueden amoldarse al diagnóstico de cáncer.

Tratamientos del cáncer
El inicio del tratamiento del cáncer implica temores sobre procedimientos dolorosos, efectos colaterales no deseados (por ejemplo, pérdida del pelo, náuseas  y vómitos, fatiga, dolor), e interrupciones de actividades normales y responsabilidades (por ejemplo, incapacidad para trabajar). Los pacientes que comparan los malestares de la pérdida a corto plazo con los beneficios de la ganancia a largo plazo  (por ejemplo, vida más prolongada) y deciden "vale la pena" generalmente tienen una buena adaptación. Las preguntas que los pacientes formulan usualmente durante el tratamiento incluyen, "¿Sobreviviré a esto?"; "¿Lo extirparán completamente?";  o "¿Qué efectos colaterales padeceré?" A medida que surgen estas preguntas los pacientes aprenden a adaptarse. Es útil generar maneras de hacer frente a problemas específicos (por ejemplo fatiga, transporte para recibir tratamiento y cambios  en el calendario de trabajo).

Postratamiento
La finalización del tratamiento del cáncer produce sentimientos encontrados. Puede ser un momento de celebración y alivio o un momento de mayor ansiedad con el conocimiento que el cáncer podría reaparecer una vez que se interrumpe el tratamiento.  Los pacientes que pueden equilibrar sus expectativas positivas con las realidades de los temores corrientes se adaptan bien. Muchos pacientes sufren mayor ansiedad y temor de que reaparezca el cáncer a medida que disminuye el contacto con su médico.  Otras inquietudes con respecto a la adaptación incluyen vivir con incertidumbre, reanudar responsabilidades anteriores, y estar preocupados excesivamente con la salud. Durante la remisión, los pacientes a menudo sufren ansiedad normal y preocupación  a medida que se acercan las citas periódicas de seguimiento con el oncólogo y la posibilidad de que haya reaparecido el cáncer.
La adaptación normal al postratamiento y la remisión tal vez requiera el empleo de las siguientes estrategias de adaptación a fin de contribuir a controlar las dificultades emocionales normales:

• Ser sincero al reconocer las emociones personales.
• Tener conciencia de los sentimientos personales y poder expresarlos a los demás.
• Tener una aceptación no crítica de los sentimientos personales y una disposición a resolver estas emociones.
• Contar con el apoyo de otras personas que están dispuestas a escuchar y aceptar.
Los pacientes que pueden expresar una gama amplia de emociones tanto positivas como negativas generalmente se adaptan bien.

Reaparición del cáncer y tratamiento para aliviar síntomas

El paso de un plan de tratamiento que se centra en la curación del cáncer a uno que ofrece comodidad y alivio de los síntomas puede producir ansiedad extrema. Los pacientes pueden padecer un estado de choque, incredulidad y rechazo, seguido esto  por un período de angustia apreciable (por ejemplo, ánimos deprimidos, dificultad para concentrarse y pensamientos frecuentes sobre la muerte). La adaptación normal puede incluir períodos de tristeza y llanto, sentimientos de ira hacia Dios  o un ser superior, períodos de retraimiento y aislamiento y pensamientos de entrega. Los pacientes se adaptan gradualmente en el transcurso de un período de semanas mediante la modificación de expectativas de la curación a la sanación.  La sanación es un proceso de "recuperar la totalidad nuevamente" mediante la transformación de la vida individual en muchas maneras ante la muerte. Es muy importante que el paciente mantenga la esperanza durante este proceso. Los pacientes que creen  que es posible controlar el dolor y el sufrimiento tendrán esperanza en lograr calidad futura de vida. Aquellos que sienten que reciben amor y atención tendrán esperanza en relaciones futuras. La religión y la espiritualidad son muy importantes  para ayudar a los pacientes a mantener la esperanza.

Supervivencia

La adaptación desde el momento en que finaliza el tratamiento del cáncer hasta una supervivencia a largo plazo es un proceso gradual que se extiende durante muchos años. La mayoría de los pacientes se adaptan bien y algunos incluso señalan  los beneficios de padecer cáncer como una mayor valorización de la vida, cambios en los valores de la vida, y convicciones espirituales o religiosas más sólidas. Los pacientes que no se adaptan bien generalmente sufren mas problemas médicos,  tienen menos amigos y familia de apoyo, recursos financieros más escasos, y problemas con la adaptación psicológica no relacionada con el cáncer.

Dificultades  psicológicas y sociales

La mayoría de los pacientes experimentan cierto nivel de angustia, no obstante, solo un pequeño porcentaje recibe ayuda. La angustia es una experiencia emocional, psicológica, social o espiritual desagradable que interfiere con la aptitud del  paciente de adaptación al tratamiento del cáncer. Los pacientes pueden presentar una gama de sensaciones que abarcan desde la tristeza y el temor normales hasta la depresión profunda, la ansiedad, el pánico o el aislamiento. Estos sentimientos  pueden interferir en la forma en que una persona se relaciona con familiares, amigos, trabajadores y otros durante el desenvolvimiento de la rutina cotidiana. Esto se conoce como aflicción social.

Exámenes de detección
Los profesionales de atención de la salud pueden solicitar a los pacientes que completen cuestionarios periódicamente con el propósito de identificar la necesidad de referir al paciente a un profesional de salud mental. Momentos clave en los  cuales la angustia puede ser discapacitante incluyen el momento del diagnóstico, durante el tratamiento del cáncer, al finalizar un curso prolongado de tratamiento, durante la remisión, cuando reaparece el cáncer o cuando se inicia la atención  paliativa. Los pacientes que sufren angustia moderada pueden beneficiarse si se les refiere a un grupo de autoayuda. Los pacientes que padecen angustia moderada a grave tal vez necesiten ser referidos a un profesional de salud mental como un psiquiatra,  psicólogo, trabajador social o un consejero pastoral.

Evaluación psicológica y social
Es importante que los pacientes comprendan los beneficios de conversar con un profesional de la salud mental sobre sus inquietudes y preocupaciones. Un paciente debería esperar que el profesional de salud:
• Escuchará atentamente sus inquietudes.
• Mostrará interés en sus experiencias con el cáncer.
• Formulará preguntas sobre su familia, amigos y otras personas que suministran apoyo.
• Preguntará sobre su adaptación al cáncer.
• Lo alentará a continuar utilizando estrategias para la adaptación que sean satisfactorias.
• Sugerirá otras estrategias de adaptación para enfrentar sus preocupaciones.
Se alentará a los pacientes a continuar con la orientación o la psicoterapia según fuera necesario.

Terapias psicológicas y sociales para la angustia
Estudios recientes sobre terapias psicológicas y sociales han mostrado ser beneficiosas para los pacientes de cáncer. Estas terapias se definen como tratamientos  sin medicamentos que ofrecen apoyo psicológico y educacional como:
• Adiestramiento para la relajación.
• Estrategias para lidiar con el problema.
• Sesiones de educación o de información sobre el cáncer.
• Grupo de apoyo social.

Estas terapias se podrían combinar de diferentes maneras por distintos períodos de tiempo, tanto en formatos individuales como  grupales. Si bien hasta el momento estas terapias se han estudiado en mujeres estadounidenses, blancas, de ingreso medio a alto, que padecen de cáncer de la mama, ahora se están estudiando en más grupos de pacientes. Los pacientes de cáncer  que reciben esas terapias muestran beneficios positivos en comparación con los que no las reciben. Esos beneficios incluyen niveles más bajos de depresión, ansiedad y síntomas relacionados con la enfermedad, así como un mejor funcionamiento  del sistema inmunitario y de hábitos saludables como el ejercicio. El tamaño de estos beneficios y cómo afectan la recuperación de los pacientes necesita más estudio

Dificultades para la adaptación

Trastornos en la adaptación incluyen comportamientos o ánimos más extremos que los previstos en reacción a un diagnóstico, tratamiento, recurrencia o efectos colaterales del cáncer. Estos comportamientos o ánimos pueden dar lugar  a problemas considerables en el funcionamiento con familia, amigos y en el trabajo. Un trastorno en la adaptación generalmente comienza dentro de los tres meses siguientes a partir de los primeros signos de trastorno, como por ejemplo un diagnóstico  de cáncer. Algunos pacientes pueden desarrollar un trastorno de adaptación crónico porque padecen de trastornos originados por múltiples causas, que se suscitan una tras otra (por ejemplo, el diagnóstico de cáncer, el inicio del tratamiento,  efectos colaterales del tratamiento, finalización del tratamiento y regreso al trabajo). Trastornos crónicos en la adaptación pueden tornarse en una alteración mental más seria (por ejemplo, depresión grave). Esto es más común  en niños y adolescentes que en adultos.

Tratamiento

Psicoterapia y orientación individual y grupal
Tratamiento que se centra en los pensamientos, sentimientos y comportamientos del paciente pueden utilizarse para mitigar la alteración emocional en pacientes o grupos individuales. A continuación se citan ejemplos de estas técnicas:
• Enseñanza de relajación.
• Biorregulación.
• Solución de problemas.
• Distracción.
• Interrupción de pensamientos.
• Afirmaciones propias para la adaptación.
• Ejercicios sobre la creación de imágenes mentales.

Medicamentos
Antes de la administración de medicamentos, debe recurrirse a la orientación o la psicoterapia. Si el paciente no mejora con psicoterapia a corto plazo o presenta un trastorno mental más grave, como depresión, el médico recetará entonces  el medicamento apropiado.


 
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